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domingo, 9 de agosto de 2015

Libros diferentes para aves raras



Ilustración de Kai & Sunny, detalle.

Hace poco diagnosticaron trastorno del espectro autista a un familiar. Desde entonces, todos en mi familia nos hemos estado informando e implicando en el proceso de comprensión de este trastorno y hemos estado leyendo sobre el tema. Vengo a recomendaros algunas de estas lecturas. Algunas las he leído, otras me las recomienda mi familia y estoy en proceso de leerlas. Todas las lecturas tienen en común que ayudan a ponernos en la cabeza de una persona cuyo cerebro funciona de una forma diferente al nuestro, en cuanto a competencias comunicativas e interacción social. Quizás a todos os suene un poco de qué va el autismo o sabéis que las personas con síndrome de Asperger no reconocen las emociones (Lisbeth Salander, gran personaje creado por Stieg Larsson, es un ejemplo de Asperger). También dicen de muchos genios de la historia que fueron autistas o al menos presentaban algunos de los síntomas. Las lecturas sobre el tema son abrumadoras. Siempre es mejor combinar la lectura de revistas científicas con textos más accesibles (y con documentales como María y yo, que se puede ver online en la web de RTVE), con el objetivo de tener más información, sin perder de vista algo fundamental: no hay dos pacientes de autismo iguales y aún queda mucho por investigar sobre el funcionamiento cerebro humano.



El curioso incidente del perro a medianoche.
The Curious Incident of the Dog in the Night-Time.
Mark Haddon
ISBN: 978-84-7888-910-5
Número de páginas: 272
Tipo de edición: Rústica con solapas
Editorial: Salamandra (Más información).

Cuando descubrí y leí este libro, tenía 15 años y no sabía lo que era el autismo. Sólo sabía que el protagonista, Christopher, era un niño de mi edad, peculiar, un poco bicho raro, un poco como yo. Lo he releído recientemente y ahora me gusta incluso más. Me sentí identificada con la escena en la que decide coger el metro, y tiene que prepararse mentalmente para ello y pensar que las personas son como "vacas en el campo". La sensación de agobio que genera entrar en el metro de Londres en hora punta es algo que no afecta a mucha gente, y yo les envidio profundamente. Se podrá decir de esta novela que la prosa es demasiado simple o que la voz de Christopher narrando es repetitiva, pero qué quieren que les diga, es uno de mis libros favoritos porque consigue de manera extraordinaria que cualquier lector se ponga en la piel de Christopher. 


La razón por la que salto.
The Reason I Jump, Random House, 2013.
Naoki Higashida.
ISBN: 978-84-9918-812-6
No. páginas: 192
Roca Editorial.
Ilustraciones de Kai & Sunny, conservadas en el Victoria & Albert Museum.

Libro ameno y conciso escrito por Naoki Higashida cuando tenía 13 años en forma de preguntas y respuestas. Es muy directo, dulce y a veces algo triste, pero sin duda tanto el autor como el lector hacen un ejercicio de empatía que resulta triunfante para el objetivo del autor: que el autismo sea mejor conocido y los autistas mejor comprendidos. Naoki también deja claro que su experiencia como autista es diferente de las experiencias de otros autistas, y contesta a las preguntas de forma muy personal y sencilla. Lo más sorprendente es la voz segura y humilde que explica cómo es su mundo, cómo funciona su cabeza, por qué le cuesta tantísimo trabajo conversar o comunicarse hablando, o medir el tiempo, y pide que no demos por sentado que un autista es esto o lo otro, o que puede hacer o sentir esto o lo otro, pide que nos libremos de los prejuicios y de las ideas preconcebidas: "... básicamente, mis sentimientos son muy parecidos a los vuestros". Siempre he admirado mucho la cultura japonesa, su arte y su actitud de respeto hacia todo ser vivo, aunque quizás su sistema de educación tan eficiente y estricto puede ser una verdadera tortura para un niño con necesidades especiales, y Naoki habla en el libro sobre su sensación de desasosiego por haber "defraudado" a sus padres, herencia cultural del sentido del honor y la responsabilidad que tanto marcan la cultura japonesa. Creo que esto denota la alta sensibilidad que puede tener una persona con autismo y la necesidad de reflexionar sobre la presión contraproducente de algunos sistemas educativos. Mi fragmento preferido:
"Lo que queremos es volver atrás. Al pasado lejano. A una época primigenia. De hecho, a antes de que existieran los seres humanos. En esto creo que todos los autistas coincidimos. Las formas de vida acuática nacieron y evolucionaron, pero ¿por qué tuvieron que salir a tierra firme y convertirse en seres humanos que decidieron llevar una vida gobernada por el tiempo? Eso, para mí, constituye un verdadero misterio. (...).
Los autistas no tenemos libertad. Y eso se debe a que somos seres humanos diferentes, nacidos con unos sentidos ancestrales, primitivos. Somos ajenos al transcurrir normal del tiempo, no podemos expresarnos, y nuestros cuerpos nos empujan a través de la vida. Si pudiéramos volver a ese pasado acuático tan, tan antiguo..., ¡entonces podríamos vivir con la misma satisfacción y sensación de libertad que todos vosotros!".


La mirada de Ángel.
Maria Luisa Fernández
Ediciones del Viento.
Encuadernación Rústica
No. páginas: 124

"Este libro te va a gustar mucho", me dijeron, y lo tengo en lecturas pendientes, esperando con ganas. He leído excelentes críticas de este libro y soy muy fan de la autora, a la que podéis escuchar en esta entrevista. Porque las madres y los padres que se involucran y se esfuerzan en entender lo inesperado son lo más. 








María y yo.
Miguel Gallardo y María Gallardo.
Atisberri Ediciones, 2007.
Colección: Colección Sillón Orejero
Núm. Edición: 7
Cartoné
B/N. 64 páginas.
ISBN: 978-84-96815-40-7

Esta obra es otro recordatorio de que el cómic es la gran expresión de la vida misma y puede ser más útil que cualquier libro de teoría psicológica. Miguel y María Gallardo, padre e hija, narran sus vacaciones a Gran Canaria y la experiencia de ambos viviendo con el autismo de María. El dibujo es suelto, abierto, y se destaca a María como protagonista con su camiseta roja. I'm unique, just like everyone else. 


Tengo otros títulos más científicos sobre el autismo y prácticas de aprendizaje, pero quisiera preguntar vuestra opinión, recomendaciones de otras lecturas y documentos audiovisuales sobre el autismo, sobre las familias con miembros autistas o sobre los maravillosos profes que se dedican en cuerpo y alma a enseñar a alumnos con necesidades especiales. Toda recomendación será muy bienvenida, y espero que os gusten estas lecturas. Las veo muy necesarias.

Lo peor de cualquier trastorno cognitivo no es el diagnóstico en sí, sino la ignorancia de las personas que están alrededor y que piensan que "no es para tanto" (o peor aún, las personas que dramatizan hasta el extremo de decirte que lo sienten muchísimo, como si te dieran el pésame). Si realmente quieres ayudar a unos papás con un hijo con necesidades especiales, simplemente diles: "Estoy aquí para lo que necesitéis. ¿Cómo puedo ayudar, cómo puedo aprender sobre el tema? ¿Hay asociaciones de familiares sobre este trastorno?". Todos, con nuestros smartphones y nuestras carreras y nuestras redes sociales, padecemos de una ignorancia crónica e insensible hacia lo diferente, y la mejor forma de combatir esa ignorancia (aparte de leer, claro) es experimentando de cerca el día a día con una persona que tiene alguno de estos trastornos, ponernos en su piel, entender su forma de ver el mundo, y leer juntos o dibujar o inventar nuevas formas de comunicación. Leer y empatizar van siempre de la mano.

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Más información (cada comunidad autónoma tiene sus propias asociaciones y centros educativos especiales, echad un vistazo en google):
Autismo España.
FESPAU: Federación Española del Autismo
APNA: Asociación de Padres de Personas con Autismo.
AETAPI: Asociación Española de Profesionales del Autismo.

jueves, 30 de julio de 2015

Mis monstruos preferidos


"¡Parecemos la cuadrilla de la muerte!"

Una buena historia debe contar la verdad apoyándose en la ficción. La serie Penny Dreadful es un gran ejemplo de cómo hay que contar una historia. La temática, los personajes y la trama no son novedosos, sino clásicos universales. Esta es la historia de la vida y la muerte, y de la fina línea que las separa (o no). Además, se mezcla todo lo que me gusta: literatura, cómic, cine y Londres.

Las influencias de la literatura romántica del siglo XIX están por toda la serie, no sólo en los personajes. El Doctor Frankenstein y su criatura tienen una relación tan profunda como Mary Shelley la plasma en el libro, sin olvidar el mito de Prometeo que la inspiró, cosa que pocas adaptaciones de Frankenstein han conseguido. El exceso de la alta sociedad, el cinismo y la opulencia de Dorian Gray contrastan con la pobreza y la sencillez de Victor Frankenstein, el pobre intelectual que vive en un sótano londinense y desprecia las distracciones banales (las marcadas diferencias sociales y los problemas de conseguir un alquiler digno en esta ciudad siempre han sido los mismos). 

El outsider americano no podría haber sido interpretado por nadie mejor que Hartnett, que le da a Ethan Chandler ese aire de gitano apache que se esfuerza por pasar desapercibido en un ambiente al que no pertenece y en el que jamás podrá encajar, pretendiendo ser un americano simplón de gatillo fácil y palabra escueta. "Usted no es tan simple como intenta hacer ver" es una de las primeras frases que le dice Miss Vanessa Ives en el primer capítulo de la primera temporada, y al pobre cowboy no le queda otra que callar y escuchar lo que tiene que leerle en las cartas, una clarividente descripción de su lucha interna a lo Dr Jekyll y Mr Hyde. He de decir que el primer episodio, dirigido por Juan Antonio Bayona, ha superado el concepto de piloto y lo ha elevado a la categoría de "a ver quien tiene huevos de subir el listón". Es casi premonitorio de algunas cosas que se revelan en la segunda temporada, ya sea porque el guionista ha hecho muy bien su trabajo o porque Bayona ha dejado su huella, convirtiendo un folletín barato en lo más original de la televisión en años. 

El patrón de este peculiar buque es Sir Malcolm Murray, a proper British gentleman, explorador de la Sociedad Nacional de Geografía, un poco Capitán Nemo, un poco Allan Quatermain, arquetipo de explorador colonialista que se ha perdido entre sus mapas de montañas africanas y fuentes del Nilo. Quizás de joven fue como el Denys de Memorias de África pero los años y las desgracias le han avinagrado el carácter. El joven Victor le contesta muy airado que ponerle nombres y banderas a las montañas no es exploración científica sino vanidad y egocentrismo, y que la única montaña para él es descubrir el tejido que separa la vida de la muerte para por fin comprenderlas. Cuando unos debaten sobre la muerte y citan a los poetas románticos, Dorian Gray le dice a todo el mundo que la vida es un suspiro y que mejor será disfrutarla, mientras Vanessa se encierra en su habitación tan sólo decorada con un crucifijo, reza que te reza, a ver si el demonio la deja en paz. Los monstruos chupasangre (nadie menciona la palabra "vampiro") danzan alegremente por las calles de Londres sin que a los estoicos señores de Scotland Yard le sorprenda demasiado, con tanta desgracia y tanto dibujante pobre intentando ganarse unos peniques vendiendo los horribles crímenes de la ciudad. Se pueden ver muchos penny dreadful por internet (folletines victorianos góticos mejor llamados "horrores de a penique", como bien traducen en Lecturalia). Son famosos los penny dreadful de los asesinatos de Whitechapel de Jack el Destripador o las noticias ilustradas, incluidos en la gran exposición de historia del cómic de la British Library. La sangre, los desnudos y la morbosidad del público no son inventos de la HBO sino de la necesidad de transmitir con la imagen los terrores y advertencias que no todo el mundo podía entender con palabras.

La perla de la historia es, sin duda, Eva Green interpretando al gran misterio de Londres: Vanessa Ives. Su forma de moverse, contenida y poderosa, la voz (o las voces, según la posesión del día), el acento, toda ella es simplemente genial, recuperando por fin la esencia de mujer independiente con pensamiento propio de Mina Harker, una de las heroínas literarias a las que no se le ha hecho justicia en ninguna adaptación de Drácula. Su complicación psicológica, el aura de misterio que la acompaña, su estado de constante alerta que hace sentir al espectador hasta cómo se le clavan las varillas de su corsé, la determinación a reprimirse física y mentalmente -porque sabe que la puede liar mucho-, y esos grandes momentos en que la lía, y la lía de verdad. 

Estupenda... de la muerte. 

La ambivalencia está presente en cada personaje y en cada línea argumental, formando un puzzle que parece un cuento primordial de la lucha entre el bien y el mal. A ninguno de los personajes se le ama ni se le odia totalmente (excepto quizás a Josh Hartnett. Qué le vamos a hacer, si cada vez que suelta un my darling con ese acento del Southwest más de una nos quedamos de una pieza). Recomiendo releer algunas de las lecturas que influencian esta serie antes de verla, para mayor disfrute. 

He de confesar que cuando vi el piloto, sin haber leído nada sobre la temática, no pude sino acordarme de Alan Moore y The League Of Extraordinary Gentleman, referencia inevitable a la hora de hacer experimentos hipertextuales, o de mezclar diferentes historias ya escritas y conocidas para crear una nueva historia, algo que seguirán haciendo en literatura, cine y televisión, pero difícilmente con tanto acierto (y sí, por fin, gracias, ¡con tan buena documentación histórica!) como el equipo de Penny Dreadful. Un detalle sin importancia pero que dice mucho: el conservador del British Museum, Mr Lyle, les da la bienvenida a su despacho diciendo el nombre correcto que ese departamento tenía en 1891, el año en que comienza la serie. Eso quiere decir que alguien del equipo de guión se entretuvo en ir a una biblioteca y buscar qué nombre tenían los diferentes departamentos del British Museum en 1891. No, no está en Internet, lo podéis encontrar en un anexo del libro The British Museum: A History, de David Wilson. Ahí es ná el detalle. 




Poco puedo decir sin empezar a soltar spoilers. 

Entrad sin temor en este demimonde de monstruos donde lo sobrenatural no da tanto miedo como lo humano. Porque después de tanta lucha interna y tanto preguntarse quiénes somos y de dónde venimos, lo que ya sabemos, lo común y mundano, es más insoportable que cualquier extremo. 


Más información sobre la época e inspiraciones de Penny Dreadful: British Library, Romantics & Victorians.



viernes, 2 de enero de 2015

De redes sociales, ebooks y librerías secretas




Tras un año de estudiar un máster, mudarme un par de veces, emprender una frenética búsqueda de trabajo y descubrir que el aeropuerto es mi segunda casa, por fin me senté a disfrutar en paz de una taza de té con un libro. Leí algo gracioso que me apetecía compartir. Y me acordé: "Anda, si yo tenía un blog de literatura para estas cosas". Y desde entonces he ido buscando el momento de actualizarlo. Si ustedes han vivido y trabajado en Londres, sabrán de lo que hablo. Esta ciudad tiene el poder de convertirse en cápsula temporal: parece que no pasa el tiempo, hasta que miras hacia afuera, hablas con los amigos que están lejos y te das cuenta de que ha pasado un año y pico en un suspiro. Londres te ha engullido, y tú te dejas engullir con agrado. Se soporta bastante bien el (sobre)vivir aquí, sobre todo si te gustan las pequeñas librerías, los anticuarios y los museos. Pasear por el Bloomsbury y por Fitzrovia hace que todo lo demás en esta ciudad merezca la pena. 

Bueno, para mí es una tortura ir a las pequeñas librerías, porque me dejaría todo el sueldo. Tengo un libro electrónico que apenas uso, ya que disfruto más del papel. Pero tras hacer y deshacer unas cuantas maletas, me doy cuenta de que el formato digital tiene sus ventajas (especialmente para ahorrarte pagar el exceso de equipaje en el aeropuerto). Total, que una se informa de las cosas modernas que hay en la red para los amantes de la lectura, como GoodReads, Anobii o Scribd. Es una maravilla tener acceso a tantas lecturas, aunque muchas sean parciales. 

En cuanto a las webs de libros electrónicos (ojo, legales), donde se comparten ebooks y opiniones de lectores, tienen bastante fama FeedBooks (muy bien para encontrar clásicos) y Comparte Libros. Si os gusta leer en alemán, mi amiga Papalbina recomienda LovelyBooks y Buchgesichter. Podéis encontrar muchos ebooks en formato MOBI, EPUB o PDF a precios muy baratos o incluso gratis, es cuestión de bucear por Google. 

Para alimentar a nuestro fetichista bibliófilo, siempre tenemos las maravillas de los usuarios de Tumblr, sus fotos de gatitos, libros, humeantes tazas de té, una cita preferida o mensajes irónicos. Uno de mis preferidos es el tumblr de Lady Nere.

Todo esto está muy bien, hay muy buenas herramientas y tienes toda la información que quieras a un clic. Pero el libro en papel siempre se echa de menos. Con el libro en papel te concentras en una cosa, en un mundo concreto, no te dispersas, tienes todo el tiempo del mundo para reflexionar. Al igual que las confusas gaviotas que vuelan perdidas por Londres buscando la salida del Támesis, los lectores que vivimos en este extraño mundo 2.0 acabamos por apartar la vista del libro electrónico o del smartphone, entramos en uno de esos microuniversos polvorientos y nos dejamos llevar por la llamada de estos libros. Y lo que nos cuentan, no queremos compartirlo con nadie, nos lo callamos para que sea sólo nuestro. Como mucho, quizás le hagamos un gesto discreto con la cabeza a otro lector perdido, "Eh, entra ahí, ya verás", y entre tanto, podremos seguir disfrutando de descubrir todas las librerías secretas de Londres, elevando la búsqueda del tesoro a forma de terapia. Y sabe Dios que después de un máster uno enferma de academicismos y debe curarse con buena literatura. 

Pero yo no os he dicho nada.

http://www.thelondonbookshopmap.org/


Black Gull Books en Camden Lock.