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viernes, 2 de enero de 2015

De redes sociales, ebooks y librerías secretas




Tras un año de estudiar un máster, mudarme un par de veces, emprender una frenética búsqueda de trabajo y descubrir que el aeropuerto es mi segunda casa, por fin me senté a disfrutar en paz de una taza de té con un libro. Leí algo gracioso que me apetecía compartir. Y me acordé: "Anda, si yo tenía un blog de literatura para estas cosas". Y desde entonces he ido buscando el momento de actualizarlo. Si ustedes han vivido y trabajado en Londres, sabrán de lo que hablo. Esta ciudad tiene el poder de convertirse en cápsula temporal: parece que no pasa el tiempo, hasta que miras hacia afuera, hablas con los amigos que están lejos y te das cuenta de que ha pasado un año y pico en un suspiro. Londres te ha engullido, y tú te dejas engullir con agrado. Se soporta bastante bien el (sobre)vivir aquí, sobre todo si te gustan las pequeñas librerías, los anticuarios y los museos. Pasear por el Bloomsbury y por Fitzrovia hace que todo lo demás en esta ciudad merezca la pena. 

Bueno, para mí es una tortura ir a las pequeñas librerías, porque me dejaría todo el sueldo. Tengo un libro electrónico que apenas uso, ya que disfruto más del papel. Pero tras hacer y deshacer unas cuantas maletas, me doy cuenta de que el formato digital tiene sus ventajas (especialmente para ahorrarte pagar el exceso de equipaje en el aeropuerto). Total, que una se informa de las cosas modernas que hay en la red para los amantes de la lectura, como GoodReads, Anobii o Scribd. Es una maravilla tener acceso a tantas lecturas, aunque muchas sean parciales. 

En cuanto a las webs de libros electrónicos (ojo, legales), donde se comparten ebooks y opiniones de lectores, tienen bastante fama FeedBooks (muy bien para encontrar clásicos) y Comparte Libros. Si os gusta leer en alemán, mi amiga Papalbina recomienda LovelyBooks y Buchgesichter. Podéis encontrar muchos ebooks en formato MOBI, EPUB o PDF a precios muy baratos o incluso gratis, es cuestión de bucear por Google. 

Para alimentar a nuestro fetichista bibliófilo, siempre tenemos las maravillas de los usuarios de Tumblr, sus fotos de gatitos, libros, humeantes tazas de té, una cita preferida o mensajes irónicos. Uno de mis preferidos es el tumblr de Lady Nere.

Todo esto está muy bien, hay muy buenas herramientas y tienes toda la información que quieras a un clic. Pero el libro en papel siempre se echa de menos. Con el libro en papel te concentras en una cosa, en un mundo concreto, no te dispersas, tienes todo el tiempo del mundo para reflexionar. Al igual que las confusas gaviotas que vuelan perdidas por Londres buscando la salida del Támesis, los lectores que vivimos en este extraño mundo 2.0 acabamos por apartar la vista del libro electrónico o del smartphone, entramos en uno de esos microuniversos polvorientos y nos dejamos llevar por la llamada de estos libros. Y lo que nos cuentan, no queremos compartirlo con nadie, nos lo callamos para que sea sólo nuestro. Como mucho, quizás le hagamos un gesto discreto con la cabeza a otro lector perdido, "Eh, entra ahí, ya verás", y entre tanto, podremos seguir disfrutando de descubrir todas las librerías secretas de Londres, elevando la búsqueda del tesoro a forma de terapia. Y sabe Dios que después de un máster uno enferma de academicismos y debe curarse con buena literatura. 

Pero yo no os he dicho nada.

http://www.thelondonbookshopmap.org/


Black Gull Books en Camden Lock.